Aquí están las cinco capturas de esta semana que merecen la pena revisar:
Películas:
Mi crimen, François Ozon. La semana pasada fui al cine a ver un par de películas. La primera, la de Ozon, que me entretuvo y la disfruté. La fui a ver porque un amigo la fue a ver y será objeto de comentario en un nuevo podcast de cine que empezará esta misma semana. Sobre la película, destacar su ritmo, la trama y las interpretaciones. Me recordó a las películas de “Puñales por la espalda”, pero con un estilo afrancesado, más teatral, de vodevil. También me valió para descubrir a Rebecca Marder, preciosa en la película y que tiene otras pendientes por descubrir. Por cierto, la película es una carcajada al feminismo con el objetivo de exponer actitudes anticuadas, machistas o injustas de una manera alegre, entusiasta y cómica. Y, claro, al reírse de él, se revela la ridícula y humillante naturaleza de su oposición persistente.
Gracias a Dios, François Ozon. Aprovechando la corriente, volví a ver la última película que había visto de Ozon, “Gracias a Dios”, que relata la historia real de los casos de abusos sexuales en la Diócesis de Lyon. También, reivindicativa como la anterior, pero con un trato muy diferente. En la película, hay una conversación interesante entre Alexandre, uno de los protagonistas que recibió los abusos, y Barbarin, que es el cardenal de la Diócesis.
— “Siento mucho que el padre Preynat haya sido incapaz de pedirle perdón. Así se lo dije. Según él se olvidó y me dijo «Debí pedirle perdón»”.
— “No espero un arrepentimiento, monseñor, sino una sanción de la Iglesia. Es un peligro para los niños. Reconoció ser un pederasta delante…”
— “Por favor, evite esa expresión”.
— “¿Qué expresión?”.
— “Esa palabra”.
— “Es lo que es, él mismo lo reconoce”.
— “Sí, pero etimológicamente hablando pederastia significa «amar a los niños». Nuestro señor dice que amemos a los niños. No demasiado, claro”.
— “¿Qué término debemos usar? ¿Pedosexual?”.
— “Sí, me parece más adecuado”.
Nada más que añadir. Os dejo un artículo de Fundeu para aclarar las cosas: https://www.fundeu.es/recomendacion/pedofilo-y-pederasta-no-son-equivalentes-566/
Fatum, Juan Galiñanes. No me gustó. Para mí, película con poco sentido, aburrida, previsible y sin emoción. A pesar de ello, hubo alguna persona en la sala que soltó alguna lágrima. Incomprensible. No llegué al punto de una chica que me comentaba que unos amigos suyos abandonaron la sala. Eso sí, me sirvió para investigar un poco sobre el director y descubrir un corto infantil que tiene sobre las pinturas de Velázquez. El corto se llama “El bufón y la infanta”.
El ala oeste de la Casa Blanca, Aaron Sorkin. Estuve mirando algunos episodios de la serie, entre ellos, el episodio en el que tiene que puede conmutar la pena capital a un preso y llama al rabino de confianza para que le confiese. La conversación final entre el presidente Bartlet y el Tom no tiene desperdicio. Hay un momento en el que le dice «No sé como dirigirme a usted. ¿Prefieres Jed o señor presidente?». Bartlet le responde que le llame señor presidente. La conversación prosigue de forma prodigiosa.
— Le he dicho a mi gente que buscara para encontrar un razón para conmutar la sentencia de muerte. Un detalle técnico, alguna evidencia de racismo.
— ¿Has pasado el fin de semana buscando una salida?
— Sí.
— ¿Cómo el chico en la pista de futbol que no quiere que le de la pelota.
— Soy el líder de una democracia donde el 71% apoya la pena de muerte. La gente ha hablado. Los tribunales también.
— ¿Has llamado al Papa? Eras un chico de mi parroquia y ahora llamas al Papa.
— Da lo mismo. Busqué una salida. En serio.
— La venganza es mía, dijo el Señor. ¿Sabes lo qué significa? Dios es el único que puede matar a la gente. Esa era tu escapatoria. ¿Rezaste?
— Lo hice, Tom. Aunque no lo creas, busqué sabiduría.
— ¿Y no la encontraste?
— Nunca. Estoy cabreado por eso. No bromeo.
La conversación sigue y lo que viene a continuación sirve para poner sobre el suelo cualquier aspiración de grandeza que pudiera existir en ese momento. Dos personas del pasado empiezan a conversar de un modo sincero y humilde. El rabino, le dice que le recuerda a un hombre que vivía junto al río que oyó en la radio que el río iba a inundar toda la ciudad…
Pinturas:
Las Edades y la Muerte. Hand Baldung Grien. Esta pintura está medio escondida en el Prado y puede pasar desapercibida. Me impresionó por su simbolismo y por todos los detalles que esconde. Además, las tres figuras tiene mucha fuerza, en especial, la mirada de la mujer de la izquierda que es agarrada por la vieja que a su vez, está sujetada por el brazo de la muerte. El paso de la vida a la muerte en una pintura de este pintor alemán.
Si estos boletines no merecen tu tiempo, puedes desactivarlos en cualquier momento. Si por el contrario, te parece que esto puede ser útil para alguien, puedes compartirlo haciendo clic más abajo.
Alexis Piquer